Las seleccionadas de la Chile cerraron un torneo perfecto al ganar los seis encuentros que disputaron, además de perder solo tres sets en todo el certamen.
Texto: Iván Sandoval
El jueves 1 de noviembre culminó la final nacional de vóleibol de Ligas Deportivas De Educación Superior (LDES), disputada este año en Valparaíso. En la instancia fueron 16 casas de estudios de todo el país las que participaron y, por cuarta vez consecutiva, la gran final vio enfrentadas a las seleccionadas de la Universidad de Chile (U) ante la Universidad Andrés Bello (UNAB) de Santiago. Si bien en 2015 y 2016 el torneo se lo llevaron las de la UNAB, la edición pasada (2017) y la actual (2018) quedaron en manos de las azules, imponiéndose en esta última por 3 sets a 1.
«(Con la Unab) nos conocemos bastante, el nivel de ambos equipos es muy parejo y las tendencias de ambos están marcadas. Al final, el aguante físico y mental es el que determina el ganador de cada partido, así como controlar la cantidad de errores y ser precisas en los momentos claves. Las lesiones y cansancio se hacen presente en el transcurso de los días. Particularmente, en este nacional hubo varias niñas enfermas del estómago. Por suerte nuestro plantel es amplio y existen jugadoras capaces de adaptarse a cualquier posición», expresó Valentina Lavín, capitana de la selección de vóleibol de la U.
El camino a la gran final estuvo marcado por la solidez del equipo de la U. de Chile. En fase de grupos, quedaron en primer lugar tras vencer por 3 a 1 a la UNAB, 3 a 0 a la Universidad Católica del Norte (UCN) y 3 a 0 a la Universidad Católica de la Santísima de Concepción (UCSC). Ya en cuartos de final, las azules le ganaron por 3 a 0 a la Universidad de la Frontera (UFRO), mientras que en las semifinales derrotaron a la Universidad de Concepción (UDEC) por 3 a 1.
Quien también tuvo palabras fue Sebastián Rivera, técnico de la Universidad de Chile. quien comentó que «se trabajaron mucho los esquemas defensivos, ahí estuvo la clave para ganar el bicampeonato. Manejamos dos esquemas durante el año para ocuparlos según el rival que enfrentáramos y dio frutos. Otro factor importante fue el desarrollo de la preparación física y kinesiológica en el Polideportivo de JGM. Eso sin lugar a dudas nos dio un plus gigante».
Para este torneo, las de la U tuvieron que suplir la importante baja por lesión de Catalina Melo, una de las jugadoras claves del plantel. Por lo mismo, el desafío fue hacerse fuerte como grupo para no depender de las individuales. Así, sobresalieron otros nombres destacados como Mariana Salinas, quien terminó coronando el nacional con el premio al mejor ataque y a mejor jugadora del torneo.