El reconocimiento a los deportistas de la Universidad de Chile se destacó por ser una jornada de respeto, unión y alegría.
La Selección de Judo de la Universidad de Chile, a cargo del sensei Carlos González, celebró en una emocionante ceremonia el ascenso a cinturón negro de cuatro deportistas, quienes lograron llegar al grado más avanzado en este deporte tras varios años en la disciplina.
Los seleccionados que avanzaron a este importante nivel fueron: Armando Cid, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; Maximiliano Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias; Bastián Toledo, de la Facultad de Ciencias Agronómicas; y Cristian Tello, de la Facultad de Ciencias Agronómicas.
El capitán del equipo universitario, Armando Cid, quien es estudiante de la carrera de Ingeniería Eléctrica, señaló que “mi ascenso significa un logro importante, una confianza en lo que he estado haciendo todo este tiempo en la selección y el comienzo de un etapa nueva que conlleva un gran compromiso”.
En tanto, para el estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales, Cristian Tello, lo complejo en todo este proceso, que duró varios años, fue compatibilizar los estudios con los entrenamientos: “Lo complejo es tratar de sobrellevar la carga académica con los entrenamientos, porque a veces hay prueba el otro día y es complicado venir a entrenar”.
Por otro lado, el sensei Carlos González, quien está a cargo de la selección hace cinco años, comentó el significado que tiene entrar a una de las categorías avanzadas en esta disciplina: “Uno tiene que ser cinturón negro en todas las fases de su vida. El cinturón negro implica muchos valores, hay un juramento que se hace en privado y en donde ellos se comprometen a superarse y seguir creciendo”.
Finalmente, sobre los objetivos de la selección para los torneos que se vienen durante la temporada, el sensei sostuvo que “yo tengo la sincera esperanza de poder clasificar y mandar a alguien a China, al máximo campeonato que hay entre universidades en este deporte. Sería muy grato que pudiera ir alguno de mis alumnos”.
Texto: Camilo Benavides
Fotografías: Lorenzo Mella