Las seleccionadas de la Universidad de Chile participaron en la Liga Mundial Universitaria FISU de básquetbol 3×3 en Xiamen, China.

Dirigidas técnicamente por Julia Acevedo, el equipo compuesto por Valeria Aguilera (Ingeniería Civil Industrial), Paula Carrasco (Química Ambiental), Sofía Jara (Obstetricia y Puericultura) y Michelle Fester (Ingeniería Comercial) vivió una experiencia única en Xiamen, China, representando a Chile en la Liga Mundial Universitaria FISU de básquetbol 3×3.

A la instancia clasificaron tras obtener el primer puesto en el Campeonato Nacional de la Federación Nacional Universitaria de Deportes (FENAUDE) de 2017 y campeonar de forma invicta en el Panamericano Universitario de Santa Tecla, El Salvador, en julio de este año.

“Entrenamos en el polideportivo de JGM, que tiene como plus el tablero de los 12 segundos (tiempo para atacar). Agradecemos esa oportunidad para prepararnos, así como del equipo de pesas que hay en el gimnasio”, comenta Julia Acevedo.

En la competencia, las representantes de la Universidad y de Chile, se enfrentaron en la fase de grupos a China, Japón y Ucrania. Posteriormente, en cuartos de final cayeron ante Eslovenia.

“Esta es una modalidad súper entretenida, dinámica y de mucha calle. La gente se pega mucho y el juego se sigue. Los diez minutos que dura el partido son súper intensos. Los/las entrenadores/as están afuera de la galería y todo es un show: desde las luces, las cosas que te pasan para hacer ruido, el hecho que haya un animador y el mismo juego, porque se hacen jugadas espectaculares para el público”, dice Valeria Aguilera.

Experiencia de otro continente

“El hotel parecía un palacio: ventanas doradas, las cortinas se abrían al entrar, todo era touch y encima había vista al mar. Estar en China era como estar en una maqueta… todos los árboles estaban cortados de la misma manera”, expresa Aguilera.

Además de la U participaron cuatro equipos de Europa, cinco de Asía, dos de Oceanía, y dos de África. El nivel de profesionalismo de algunos equipos es tal, que es una disciplina formal y con selección nacional.

“Las niñas son muy altas y fuertes. Dentro de nuestras capacidades físicas hicimos un buen papel. Generalmente se definía al final por condiciones físicas. Pudimos aguantar durante 5 o 6 minutos, pero después marcar a esa intensidad y al nivel, además de atacar, nos pasó la cuenta. Lo que podemos sacar es que contra ellas íbamos a algo nuevo. Para una próxima experiencia ya tendremos una idea de cómo plantear el partido ante estos equipos”, aclara Acevedo.

Para cerrar, la entrenadora puso énfasis en que se debe entender que “el 3×3 es una herramienta para mejorar las habilidades técnicas en el 1 contra 1. Es una herramienta para mejorar en el 5×5. No es solo jugar rápido, tiene muchas habilidades de manejo de balón, de lanzamientos rápidos, de ejecutar ataques en seis u ocho segundos”.