El 6 de noviembre de 1932 las deportistas universitarias lograron coronarse como campeonas de Santiago, en el torneo organizado por la Asociación Femenina de Básquetbol y el Club Universitario de Deportes.
Durante los meses de junio y julio de ese año, los principales clubes femeninos de la capital se organizaron para realizar un torneo de básquetbol femenino. Si bien el año anterior se realizó el primer campeonato a cargo del Club Deportivo Nacional, logrando su primer título el equipo femenino del Universitario, su organización no logró proyectarse en el tiempo, cesando sus funciones al poco tiempo de terminado el torneo.
Por ello, el 27 de julio de 1932 se fundó la Asociación Femenina de Basketball de Santiago, con el fin de institucionalizar el básquetbol femenino y organizar la competencia. Su directorio provisorio estuvo compuesto por Aida Vidal en el cargo de presidenta, Olga Guarda como vicepresidenta, Srta. Rayo como secretaria, Ana López como prosecretaria y Srta. Valdivieso en la tesorería.
El campeonato estuvo dividido en dos series de cinco equipos, participando los clubes: Deportivo Nacional, Aycaguer Duhalde y Cía., Arco Iris, Bádminton, Cabrera Gana, Jaime Pinto Riesco, Gath y Chaves, Manuel Montt, Deportivo Apolo y el Club Universitario, organizador del certamen.
En cada una de las series clasificaban dos equipos a las semifinales, definiéndose el cetro del básquetbol de Santiago en una final para adjudicarse el Trofeo España, premio donado por el embajador Ricardo Baeza de dicho país. La mayoría de los partidos se llevaron a cabo en el Estadio Nacional (cancha de baloncesto que no guarda relación con el estadio inaugurado en 1938).
El inicio del torneo se produjo el 29 de agosto con los triunfos de Cabrera Gana sobre Arco Iris y Gath y Chaves sobre Jaime Pinto Riesco en el Estadio Nacional. Las basquetbolistas universitarias, entrenadas por Lorenzo Retamales, debutaron el 3 de septiembre contra Aycaguer Duhalde, en un encuentro con claro dominio del quinteto estudiantil, quienes demostraron su avance respecto a las actuaciones del año anterior, logrando vencer con un claro 32-2. Eran los inicios del baloncesto, con una puntuación que solo incluía los tiros de uno y dos puntos.
El siguiente partido de las universitarias fue contra el Deportivo Manuel Montt el 10 de septiembre. El equipo estuvo compuesto por Ester Durán, Gladys Muga, Aida Vidal, María Farías, Albina Besoaín, Adelita Flores, y Raquel Martínez, histórica deportista universitaria que fue la primera atleta sudamericana en participar de los Juegos Olímpicos, en Berlín 1936. En el encuentro las universitarias demostraron su poderío al derrotar a su similar por 31-2, posicionándose desde el inicio de la competencia como un equipo armónico y potente.
El tercer encuentro se produjo ante el Arco Iris el 9 de octubre. Pese a estar informado en la prensa el encuentro, no se informaron sus pormenores más allá de la victoria del Club Universitario. El siguiente desafío sería ante el Deportivo Nacional, equipo que obligó a las estudiantes a esforzarse para lograr el marcador final de 16-2, enfilando cuatro triunfos seguidos.
El 23 de octubre se juega la semifinal del Campeonato de Básquetbol Femenino de Santiago: Universitario se enfrenta al Cabrera Gana. Ambos quintetos femeninos estaban invictos, y el equipo que triunfara en el Estadio Nacional comenzaría a probarse la corona de campeonas, debiendo enfrentar a las jugadoras del Gath y Chaves, quienes habían derrotado al Bádminton.
Desde el inicio del encuentro se produjo un equilibrio de fuerzas entre ambos cuadros. Al finalizar los dos primeros tiempos el marcador señalaba un empate 4-4. Al tercer tiempo, las jugadoras de Universitario dominaron a sus rivales demostrando su entrenamiento. Poco a poco fueron acumulando puntos hasta lograr una diferencia de 15 puntos contra 6 en el cuarto tiempo.
Es en este momento del partido en que, debido al juego brusco de las jugadoras de ambos bandos, el elenco del Cabrera Gana protesta al árbitro y abandonan el campo de juego faltando un minuto para el término del encuentro, con el marcador señalado anteriormente.
El triunfo de las universitarias las clasificó a la final, debiendo enfrentar al cuadro de Gath y Chaves el 6 de noviembre. Desde el inicio las jugadoras del Universitario dominaron las acciones del encuentro, con dos tiros dobles encestados por Ester Durán y luego un doble de Gladys Muga. Durante todo el desarrollo del partido las jugadoras del Gath y Chaves no pudieron contrarrestar el poderío de las universitarias. Destacaron como figuras Gladys Muga, Raquel Martínez y Ester Durán, cada una con varias anotaciones al cesto.
Una vez que el triunfo estuvo asegurado, ingresaron al campo María Frías, Albina Besoaín y Cora Bozzo para aguantar el resultado favorable, manteniendo la victoria y coronándose campeonas de Santiago por marcador de 18-6, pavimentando una década de hegemonía en el deporte del baloncesto al titularse vencedoras en 1931, 1932, 1933, 1934, 1936, 1938, 1939 y 1940.
La revista La U en su número 2 de junio de 1945 recordaría al equipo campeón con las siguientes palabras:
“Este primer cuadro, no obstante de jugar un basketball en cierto modo rudimentario, fue un equipo fuerte, vigoroso, y pujante que durante todas las temporadas que actuara, no hubo conjunto capaz de doblegarlo. Su juego se distinguía por la rapidez, puntería y amor propio de todas las integrantes”.
Hoy recordamos y rendimos honor a aquellas universitarias que fundaron sólidas bases del baloncesto de la Universidad de Chile. Sus esfuerzos para representar y poner en lo alto al deporte universitario en las competencias afiliadas constituyen un antecedente directo de las actuales jugadoras que representan a nuestra casa de estudios en la Liga Nacional Femenina de Básquetbol.
Texto: Nicolás Sandoval, historiador del Círculo de Historiadores e Investigadores de la U.