El 1 de abril de 1971 un joven Fernando Rivas llegó al ex Físico de nuestra Universidad (actual UMCE) cumpliendo la labor de auxiliar. Desde ahí que está ligado a la U. de Chile como funcionario ejemplar.
En sus primeros años se desempeñó también como auxiliar de biblioteca, hasta que en 1973 hizo el curso para ser operador de las calderas de la Piscina de la Universidad. Desde esa fecha, y hasta ahora, ha desempeñado ese rol dentro de nuestra casa de estudios. “Como la Piscina pertenecía al Físico, durante 4 o 5 años estuve rotando de un lugar a otro. Luego, en 1981, como la pedagogía pasó a ser de otra Universidad, me quedé sólo en la piscina trabajando y ahí estuve hasta la fecha”, recuerda.
Luego de 43 años trabajando en la Universidad de Chile, Don Fernando decidió acogerse al retiro a sus 65 años de edad. Según comenta, no por convicción personal: “Yo me acojo al retiro por las mismas leyes que hay. Por mí me hubiese quedado hasta los 80 años en la institución sin ningún problema. Pero ahora uno cumple la edad y se tiene que acoger al retiro porque si no se pierden ciertos beneficios. Por eso lo hice. Si a mí me hubiesen dado la posibilidad de acogerme a la misma ley pero seguir trabajando, por mí ningún problema, pero lamentablemente las leyes son así y hay que acatarlas”, señala.
Toda una vida ligado al deporte de la Universidad
En 1986 Don Fernando Rivas fue elegido el mejor funcionario de todo el deporte en la Universidad de Chile. Recuerdo que según dice, llevará siempre presente. Al igual que el hecho de haber dedicado tantos años de trabajo y servicio al lugar que considera su “segunda casa”.
“La Universidad de Chile fue mi segunda casa, es algo muy grande para mí. Trabajar en la Universidad es un prestigio. Es una institución que yo quiero mucho, le tengo mucho cariño. Hice mucho con mi trabajo en la piscina, día y noche sin ningún problema”, afirma.
“Es difícil alejarse de una institución donde uno ha trabajado toda su vida, porque yo entré con 21-22 años. Es difícil dejar la institución y los colegas, con quienes he tenido tan buena comunicación. Con mi compañero de la sala de máquinas llevamos trabajando más de 30 años y nunca tuvimos un problema”, añade.
Sobre su futuro, Don Fernando piensa descansar y luego proyectar qué es lo que hará. “Ahora viene otra etapa, primero hay que asumir que ya no voy a estar en la Universidad, pero será difícil encontrar ahora otro trabajo con las mismas características del que uno tenía en esta institución. Vamos a buscar alguna cosa que hacer, no nos vamos a quedar así”, finaliza.
En la fotografía, Fernando Rivas junto al reloj donde «marcaba tarjeta» en sus primeros años de trabajo en la piscina. El reloj ahora se encuentra en las oficinas de la Dirección de Deportes y Actividad Física.
¡MUCHAS GRACIAS DON FERNANDO RIVAS POR MÁS DE 40 AÑOS DE COMPROMISO CON LA UNIVERSIDAD DE CHILE!