La arquitecta Magdalena Barros, integrante de la comisión de patrimonio del Colegio de Arquitectos, enumera los atributos de la Piscina de la Universidad de Chile para convertirse en monumento histórico nacional, categoría que concede el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) a las edificaciones y obras que tengan una especial condición en el país.

Este año que concluye por primera vez la Piscina Escolar fue incorporada en los dos Días del Patrimonio en los que participó la Universidad de Chile. También estuvo abierta al público para los actos de los 170 años de nuestra casa de estudios. En todas esas ocasiones, los visitantes vieron a los integrantes de la Rama de Natación mostrando una jornada habitual de uso de la alberca.

En efecto, Barros menciona entre las características de la piscina que “el edificio ha mantenido su vocación como espacio deportivo: el desarrollo de la natación, que se realiza desde su creación, le confiere especial importancia. Ha servido ininterrumpidamente en la implementación deportiva y recreacional”, afirma.

Además, ella recuerda que el edificio es una “obra del connotado arquitecto Luciano Kulczewski, ejemplo del diverso e importante legado de este arquitecto de la Universidad de Chile —titulado en 1918—, que enriqueció con sus proyectos la ciudad. Es un exponente de la arquitectura Art Deco, que se representa en las fachadas, el diseño interior y los decorados”.

Al mismo tiempo, Barros recuerda la ubicación privilegia de la obra, “próxima a la Estación Mapocho, el Mercado Central y el antiguo Instituto de Sanidad, y sus distintivo y jerárquico volumen. Es la puerta de entrada a la Chimba”. Recuerda que en la actualidad “el edificio ha sido reconocido como Inmueble de Conservación Histórica (ICH)”.

Plan maestro en el sector

De hecho, la arquitecta indica que hoy se “trabaja en el ‘Plan Maestro de Regeneración para Mapocho La Chimba’, desarrollado para revitalizar la zona. Dentro de las mejoras, se consideran la circulación y conectividad, intervenciones en el espacio público, paisajismo y recuperación de fachadas. La piscina está dentro del área y constituye un inmueble de gran potencial”.

Más aún, sostiene que uno de los elementos a favor de la obra es que “mantiene inalterable su uso original, por cuanto constituye un espacio dedicado al deporte y la recreación. En el tiempo, no ha desdibujado los objetivos por los cuales fue concebida. Esto es clave, porque fortalece el argumento referido a la importancia y vigencia de la piscina”.

Barros además defiende entre los aspectos más relevantes de la Piscina de la Universidad de Chile, “su singular diseño, que le permite ser reconocido como obra única e inconfundible, un manifiesto Art Decó. La piscina mantiene sus características principales intactas.  Han existido modificaciones asociadas a requerimiento de uso”, asegura.

Aunque indica que “se han perdido algunos elementos que componían la fachada, tales como los remates con motivos florales que coronaban la construcción, piezas ornamentales que entregaban realce a la obra y que en una futura recuperación se espera incorporar”.