Cristian Zúñiga es el técnico de la Selección de Natación de la Universidad de Chile desde hace un año. Conoce muy bien cómo funciona la piscina universitaria, pues antes de ser técnico, era integrante de la Rama de la Universidad.
Su carrera deportiva comenzó haciendo fútbol, pero se dedicó a la natación por su interés en los deportes acuáticos. “Además de natación me gusta hacer surf, waterpolo y buceo. Me gusta estar dentro del agua, porque te relajas, aunque estés entrenando muy fuerte”.
Este técnico de 30 años y de profesión Kinesiólogo siente que su ocupación se complementa con su labor dentro de la universidad. “Uno trabaja con movimientos, con los músculos, previene lesiones, orienta fuerzas y energías, y de un tiempo hasta ahora, no he sido el único kinesiólogo que trabaja en clases de natación o ramas deportivas”, expresa.
Más de diez años en la U. de Chile
Cuando era chico, Cristian vivía en Peñaflor y asistía a clases de natación sólo en la temporada de verano. “Una entrenadora me dijo que me viniera a probar a la Chile para la rama de natación y ocurrió que a los profesores les gustó lo que vieron y empecé a entrenar acá”. Cuando tenía quince años ingresó a la rama deportiva de la Universidad de Chile y no ha parado desde entonces.
Durante su carrera universitaria realizó cursos para ser entrenador, porque “como ya no podía hacerlo a nivel deportivo, lo quise hacer a nivel formativo”. Y así, su carrera dio un gran salto cuando se convirtió en entrenador de la Selección de Natación. “Yo supe por los estudiantes que estaban buscando un profesor de natación, mandé mi curriculum y me aceptaron. Los niños influyeron para que yo pudiera estar acá”, explica. Ahora muchos de sus ex compañeros de rama son sus alumnos.
Afirma que la experiencia en general ha sido muy buena, pero como en todo, ha habido altos y bajos. “Ha sido buenísima la experiencia en todo sentido, pero en algunos momentos es estresante y en otros relajado. Eso hace que el trabajo sea más grato. Además, me ha gustado la respuesta de los alumnos y de los profesores de la piscina”.
Zúñiga agradece la enseñanza de sus profesores, quienes fueron muy importantes en su carrera deportiva. “Quisiera seguir proyectando el legado de mi entrenador Gabriel, con mucho entrenamiento, conocimiento y compañerismo. Quiero demostrar que además de ser un buen compañero de entrenamiento, puedo ser un buen entrenador”, expresó.
Se siente muy orgulloso de ser técnico de la Universidad de Chile ya que su puesto es el máximo logro al que se puede aspirar, sin contar la selección nacional. Le gustaría que sus estudiantes siempre recordaran que “deben dar lo mejor de ellos en todo sentido: como alumnos, hijos, hermanos y nadadores. Esto se inculca a través de este deporte, porque es de mucho esfuerzo. El talento sin esfuerzo no sirve, ya que si dejan de entrenar bajan su nivel fácilmente”.