Actualmente, en Chile existen alrededor de 2.800.000 personas con discapacidad, de las que cerca de un 20,5% de éstos dice hacer algún deporte y en donde 795, aproximadamente, están registrados como deportistas paralímpicos.

Texto: Iván Sandoval

En el auditorio Pedro Ortiz de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO), el pasado martes 12 de septiembre se desarrolló una charla sobre el deporte adaptado y paralímpico como herramientas para la inclusión.

En la instancia, participaron como expositores Cristián Valenzuela, atleta paralímpico y medallista de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012; Patricio Delgado, asesor del deporte paralímpico del Ministerio del Deporte; y Pablo Prieto, co-coordinador general de Convive Uchile.

Enmarcada en el ciclo de charlas deportivas organizadas por el Centro Deportivo de Estudiantes (CDE), la Dirección de Deportes y Actividad Física (DDAF) y el Consejo Deportivo, el vicepresidente del CDE, Javier Martínez, comentó que “se partió con la idea de hacer un CFG (Curso de Formación General) de deporte con diferentes aristas, pero decidimos comenzar con estos conversatorios que son poco convencionales en el deporte”.

A su vez, agregó que “el deporte no sólo se practica, sino que también se piensa y se discute. La academia debe estar al servicio de lo que la sociedad necesita”.

De las distintas variaciones que tiene el deporte “tradicional”, el deporte inclusivo refiere a la práctica entre personas con discapacidad con los no discapacitados, mientras que el deporte adaptado es aquel que sufre algunas adaptaciones sin modificar su esencia. Por su parte, el deporte paralímpico funciona coma la fase competitiva y de alto rendimiento del deporte adaptado.

Cristián Valenzuela, atleta paralímpico que perdió la vista a los 12 años por un glaucoma congénito, comentó que “la discapacidad es una característica de una persona. Cuando empecé a correr, el 99,9% me decía que estaba loco y no iba a lograr nada”.

Además, recalcó que “en estos temas siempre se habla de espacios y construcciones (para la inclusión). Yo no quiero construir un mundo nuevo, si pensáramos en adaptarlo para cada una de las personas nos volveríamos loco. Pienso que hay que ponerse en el lugar del otro, en entenderlo va la inclusión más que nada”.

Si bien la Universidad de Chile no cuenta con un programa activo de deporte paralímpico adaptado, el nuevo complejo deportivo de Juan Gómez Millas tendrá implementación relacionada a éste.

“Pese a que no logra ser de accesibilidad universal -porque para eso cualquier persona que entre puede tener autonomía total para desplazarse-, se acerca bastante. Entre otras cosas, habrá ascensor por voz, camarines autoatendidos para gente en silla de ruedas, y lo básico que debe tener un edifico, como las ramplas”, informó el director de la DDAF, Sr. Daniel Muñoz.