Carlos Medina es uno de los más reconocidos y destacados técnicos de la Universidad de Chile. Durante los últimos 23 años dirigió a la Selección de Fútbol y este año, luego de 31 años trabajando en la U -donde también estudió y se formó como profesional- se acoge a retiro.
El técnico Carlos Medina tiene una larga y estrecha relación con la Universidad de Chile. Aquí estudió, jugó y dirigió el deporte que más lo apasiona: el fútbol.
Por 31 años fue funcionario de nuestra casa de estudios, desarrollando talleres deportivos en la Facultad de Economía y Negocios y dirigiendo a las selecciones de vóleibol y fútbol.
Durante los últimos 23 años se desempeñó como técnico de la Selección de Fútbol de la Universidad, equipo al cual él también perteneció en su época de estudiante y con el cual obtuvo el Campeonato Nacional. En 2018 repetiría esta hazaña, pero como técnico. Un objetivo que, asegura, buscó durante mucho tiempo.
En junio de este año, Carlos Medina se acogió a retiro y actualmente se encuentra en su casa, reorganizando sus actividades y proyectando su futuro como técnico de fútbol en otras instituciones. Asegura que no dejará de enseñar.
¿Cómo parte su historia con la Universidad de Chile?
Mi llegada a la Universidad de Chile fue en el año 1989 a la Facultad de Economía y Negocios. 10 años antes, en el 79, ya había trabajado con la Selección de Fútbol de la Facultad.
Se produjo la posibilidad de entrar al fútbol profesional, entonces trabajé solamente un año. Yo estaba en mi último año de carrera, trabajé solamente ese año en la Facultad y me fui (luego regresé).
Siempre yo estuve ligado a la parte docente, haciendo cursos de preparación física. Hacía cursos de vóleibol y también dirigí a la Selección de Vóleibol de la FEN, y con los cursos de fútbol, obviamente. En la U son 31 años, en la FEN 31 años.
¿Cómo fue su llegada a la Selección de Fútbol de la U?
Fue el fruto del buen trabajo, o resultados quizás, que estábamos teniendo con la FEN. Juan Carlos Ibarra, que era el Jefe de Deportes de la Universidad en ese tiempo se fijó en eso quizás y me llamó. Quedó sin técnico en la Selección de Fútbol y me lo propuso. Me pareció un desafío interesante, bonito y lo tomé.
Es indudable que los principales recuerdos siempre están en los éxitos. Y durante 23 años yo busqué el éxito en ser Campeón Nacional con mi selección y lo conseguí en mi último año, prácticamente el último año que se compitió.
Todo esto es producto de muchas cosas y una de las más importantes, que creo que culminó con conseguir el Campeonato Nacional, es el hecho de tener a Juan Gómez Millas como campo. Cuando esto ya se aglutinó en Juan Gómez Millas, en un horario en que todos podían llegar, con un recinto deportivo de lujo, obviamente que se puede trabajar de una manera diferente. Y ahí están los resultados.
¿Cómo fue compatibilizar su carrera futbolística y sus estudios?
Yo partí en la Universidad de Chile a los 19 años, en la juvenil y en ese tiempo yo ya estaba estudiando en la Universidad.
Pero ahí se produjo un choque, porque no era muy fácil compatibilizar los estudios con el fútbol profesional.
Mis últimos años de futbolista los realicé haciendo clases en un colegio. Hacía clases y entrenaba, y era muy duro. Entonces hubo un momento donde tuve que tomar la decisión de dejar el fútbol, porque mi trabajo de toda la vida iba a ser hacer clases.
Hoy día yo creo que es muy difícil, a no ser que un futbolista haga una carrera vespertina o lo haga online, es difícil que presencialmente él pueda cumplir en los dos lados. Es difícil, pero ahí están las ganas, la garra, el interés que tiene el deportista por hacer las dos cosas, pero creo que sí, que se puede. Cuando uno quiere hacer algo en la vida, lo hace. Y sobre todo cuando uno ama el deporte.
¿Qué significó para usted obtener dos Campeonatos Nacionales?
Una vez en el año 76 como campeón, siendo yo jugador, estudiante de la Universidad. Y en 2018, una montonera de años después, como técnico. Yo lo busqué los 23 años, el hacer esa dupleta de tener los dos Campeonatos Nacionales.
Lo que pasa es que para mí la Universidad de Chile no era simplemente un trabajo, era un sentimiento, es mi alma máter. Yo estudié en la Universidad de Chile, jugué en la Universidad de Chile, la representé tanto como alumno como a nivel profesional. Llegar a la Selección de la Universidad como técnico para mí… Yo no lo sentía como un trabajo, lo sentía como un premio porque uno tiene la camiseta debajo de cualquier otra cosa, impregnada. Entonces uno entrega su mayor esfuerzo por su Universidad.
Si yo viviera otra vez, otra vida, y pudiera elegir, elegiría poder estar de nuevo con la selección de la U.
¿Qué mensaje le enviaría a sus dirigidos?
Primero agradecerles toda la entrega, todo el esfuerzo que ellos hicieron y siguen haciendo por defender la camiseta de la Universidad de Chile. Que eso, independiente de la persona que esté al frente, tienen que seguir haciéndolo y que cuando esté afuera de la Universidad se van a dar cuenta de lo grande, de lo hermoso que es defender los colores de la casa que te entregó todos tus conocimientos para tu vida futura, y que tú a la vez le retribuiste con un granito de arena en la parte deportiva.